Conoce las celebraciones de Año Nuevo en Perú

Si hace tan solo unos días publicamos un post para explicar las diferentes costumbres que existen en el Perú durante las celebraciones de Navidad, en esta ocasión me gustaría explicaros algunas tradiciones que sigue la población al llegar la noche de Año Nuevo.

Estas tradiciones suelen ser las mismas en las distintas regiones del Perú, aunque siempre los departamentos andinos tienen rituales más ligados a la madre tierra o Pacha Mama. Lo que sí es un denominador común en todo el país, es que la gente suele ser profundamente supersticiosa y abundan las lecturas de la suerte o todo tipo de baños de florecimiento.

Como hicimos en el mencionado post navideño, os queremos mostrar una lista sobre alguna de las tradiciones particulares que se dan en el Perú.

Dar la vuelta a la cuadra con la maleta

Si eres viajero -y el que habla lo es- lo más común a las 00.00 horas del nuevo año es sacar una maleta a la puerta de tu casa y dar una vuelta a la cuadra (o la manzana). Hacer esto nos augura un año repleto de viajes y en constante movimiento.

Este ritual se da en varios países de Latinoamérica como Bolivia, Colombia, Chile o México y admite algunas variantes como subirse a una silla con una maleta. Si tienes algunos destinos en mente para este próximo año sal a la calle y... ¡materialízalos!

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Usar ropa interior de color amarillo

Esta cábala también tiene distintas variantes. Hay quien usa la ropa interior amarilla al revés hasta las 00.00 horas de Noche Vieja para luego ponerla del derecho o hay quien la usa de forma correcta toda la noche.

El amarillo (o dorado) se asocia al dinero, mientras que el rojo se usaría para atraer el amor. Algunas personas no usan la ropa interior amarilla pero sí visten alguna prenda (camisa, corbata, calcetines) de este color para atraer la buena fortuna. El verde, por su parte, atraería la buena salud.

Hay un rito cabalístico que consiste en intercambiar una prenda con tu pareja para unir vuestros destinos durante el año que entra.

Comer las 12 uvas al comenzar el año

Esta es una tradición española que proviene de un año en el que hubo sobreproducción de esta fruta en el país ibérico. Se propuso entonces tomar una uva por cada campanada de medianoche para atraer a la buena suerte.

En Perú se hicieron algunas modificaciones y las 12 uvas servidas en una copa no se toman con cada campanada. Más bien al pasar la medianoche cada invitado las va tomando a su ritmo mientras pide un deseo. La finalidad sigue siendo más o menos la misma. Algunas personas las toman debajo de una mesa.

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Quemar un muñeco de alguna personalidad peruana

Esta tradición surgió de los barrios, donde se aunaban varios objetos y retazos de ropas inservibles para crear un muñeco o tótem que representara a alguien a quien quisiéramos incinerar. Podía ser desde una personalidad política, televisiva, del arte, a tu propio vecino.

Hoy día venden piñatas preparadas para quemar. Entre las más demandadas de esta Noche Vieja están el entrenador de la selección peruana Ricardo "Tigre" Gareca, los futbolistas Jefferson Farfán y Arturo Vidal, o el presidente del país, Pedro Pablo Kuczynski.

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Piñata del ex presidente Alberto Fujimori (Foto: diario Trome)
Comer pavo para cenar y salir a la playa

Sí, el pavo no solo se come en Navidad, también tiene un huequito en las mesas de Noche Vieja. Una gran parte de la población de la costa aprovecha además el buen clima de finales de año para ir a la playa, beber hasta la madrugada e incluso acabar remojando la resaca en la orilla del mar.

Un clásico cercano a Lima es Punta Hermosa, donde los coches retumban toda la noche a ritmo de salsa y una multitud bebe en casas de playa y calles aledañas.

Baños de Florecimiento

Decíamos que los peruanos son por regla general una sociedad bastante supersticiosa. Antes de comenzar el año muchas familias recurren a curanderos y chamanes para lecturas del Tarot o los famosos baños de florecimiento, que usan una serie de flores y colonias para realizar una limpieza espiritual y atraer las buenas energías.

La popularidad de estos rituales es tal, que el mismo Ministerio de Salud (Minsa) recomendó verificar el estado de los pétalos para evitar hongos o bacterias que provoquen urticarias o alergias de piel y fijarse que los alcoholes usados estén debidamente autorizados por la DIGESA. Ante algún evento adverso, la cartera de Salud pone a disposición de los afectados un número gratuito de Infosalud al 0800-10828.

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Fuegos artificiales

Además de los miles de fuegos artificiales y cohetes que lanzaran niños (y no tan niños), los distintos distritos de la ciudad de Lima lanzan un gran número de estas luces de artificio para alumbrar las calles. Tras entrar en el nuevo año miles de personas miran desde la ventana este espectáculo de luces y sonido.

Bañarse en miel

Existen algunos otros rituales menores como hacer friegas con sal para atrapar la mala energía y luego enjuagarse; o hacer algo parecido con miel, para atraer la buena fortuna y el amor.

Las velas juegan un papel importante en estos rituales, y nos brindarán distintas energías variando su color. Azules, paz; amarillas, dinero; rojas, pasión; verdes, salud; blancas, pureza; y naranjas, inteligencia. Las velas deben ser encendidas al entrar el nuevo año y dejarlas consumirse totalmente.

Cada país del mundo es único y posee tradiciones y cábalas diferentes. Sería genial contar con vuestras experiencias. Que los hados os deparen una buena entrada de año. ¡Feliz año 2018!

Francis, Viajes del Perú
Diciembre del 2017
info@viajesdelperu.com

Declaran Patrimonio Cultural de la Nación a limpia de acequias “Sequia Pitsé” (Áncash)

La celebración ritual de la comunidad ancashina de Raquia denominada Limpia de acequias “Sequia Pitsé", orientada desde la época prehispánica a preparar los canales de riego para cada periodo agrícola, fue declarada hoy Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura, según la Resolución Nº 236-2017-VMPCIC-MC, publicada en el diario oficial El Peruano.

Desarrollada en la comunidad de Raquia, en el valle fértil de Fortaleza, departamento de Ancash, a una altitud de 2,100 msnm, la Limpia de acequias “Sequia Pitsé” tiene como propósito preparar el sistema local de distribución del agua y limpiar su camino para que así esta discurra hacia los campos de cultivo sin interrupción.

Limpia de acequias Sequia Pitsé, Patrimonio Cultural de la Nación
Foto: Roberto Aldave
La tradición, que se realiza anualmente entre el tres y el seis de febrero, activa un antiguo sistema de prestación de trabajo denominado ayni, así como formas de reciprocidad con la naturaleza y permite mantener vigentes un conjunto de valores, conocimientos y prácticas asociados al uso eficiente del agua y el respeto por el medio ambiente.

La Limpia de acequias “Sequia pitsé” es también una celebración propia de las sociedades agrícolas andinas que presenta diversas denominaciones a lo largo del país, entre ellas, Fiesta del Agua, Yaku Raymi y Champería.

Limpia de acequias Sequia Pitsé
Foto: Roberto Aldave
Estas festividades reeditan anualmente una costumbre de origen precolombino que se ha visto en varias culturas como la Nasca, cuyo simbolismo ritual alude a la fecundación de la tierra (la Mama Pacha) por el agua nueva, y al inicio de un nuevo ciclo agrícola.

Esteban, Viajes del Perú
Diciembre del 2017
info@viajesdelperu.com

Las 8 nuevas (y mejores) librerías para Lima

La oferta de librerías en Lima siempre estuvo marcada por la ausencia de opciones y la venta de best sellers en las grandes superficies de la ciudad. No obstante, en estos últimos tres años, han surgido espacios interesantes que están más focalizados en necesidades específicas de los lectores.

Esta oferta es algo que se extrañaba. Por citar un ejemplo, hasta hace solo un par de años, en el distrito "bohemio" de Barranco (y por lo tanto lector) la oferta en librerías se reducía a la apertura de La Libre, espacio regentada por una pareja de españoles que tuvo que cerrar este 2017 por una obra aledaña que afectó a la infraestructura del local.

Hoy día, la oferta de libros en la capital peruana se ha extendido gracias a nuevas librerías, algunas especializadas y otras abiertas para el gran público, que en cada feria del libro muestra su interés por adquirirlos.

Solo en el 2017 se abrieron varias librerías en centros comerciales y zonas de alta demanda como el citado distrito de Barranco, Miraflores y San Isidro.

Books&Co

A inicios de año, en el centro comercial El Polo (distrito de Surco), se fundó la primera cadena de librerías boutique de Lima. Books&Co usa esta categoría por la asesoría que le brinda a sus clientes y por un catálogo que va más allá de las publicaciones comerciales o la ediciones de los consorcios.

La segunda sede de esta marca está en la pudiente zona de La Molina, en la urbanización Rinconada del Lago. También tienen una tienda en Barranco, dentro del Centro Cultural Juan Parra de Riego.
bookscompany.pe/

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Book Vivant

A fines de año, el mismo grupo empresarial abrió en San Isidro la librería Book Vivant, en la que se pueden encontrar libros y vinos de alta gama, una selección de Guillermo Rivas, gerente de ambas librerías y de Monoblock (especializada en libros ilustrados, decoración y accesorios de escritorio), quien junto a su equipo deja notas en post-it sobre los libros compartiendo sus comentarios. Cuenta con algunas rarezas, libros de colección y ediciones de lujo. monoblock.pe/es/

Lupas

Si buscas libros para niños, San Isidro cuenta con un lugar especializado inaugurado este año. Lupas es la primera librería infantil del Perú. No solo tiene libros para niños de toda edad, con bellas ilustraciones y ediciones bien cuidadas, sino que también ofrece talleres (teatro, música, pintura; algunos para padres e hijos) y cuenta cuentos gratuitos. En enero ofrecerá talleres de verano. facebook.com/LupasLibreria/

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Imagen Facebook Lupas
Cultura Peruana

Si estás en Lima por primera vez y buscas libros especializados, entre las librerías de viejo una de las más recomendadas es la de Cultura Peruana, en Miraflores, donde podrás encontrar publicaciones antiguas y recientes de historia, sociología, política, ciencia y otros temas que te acercarán a la realidad peruana. www.facebook.com/libreriaCP/

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Escena Libre

En San Isidro, los mismos dueños de la desaparecida La Libre crearon Escena Libre, la cual brinda una especial colección de libros de teatro, danza, música y cine. Esta librería se encuentra en el interior del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (CC PUCP). centroculturalpucp.com/servicios/

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Communitas

Communitas posee una amplísima colección de comics e historietas (género bastante relegado en el Perú), con todo un piso dedicado a estos libros ilustrados. communitas.pe/es/comic-novela-grafica-libro-ilustrado/

Arcadia Mediática

En Arcadia Mediática encontrarás libros de arquitectura y diseño, además de la más amplia oferta de libretas Moleskine. Tienen locales en Miraflores y el centro de Lima. arcadiamediatica.com/

Euromatex

Si lo tuyo es el francés, en Miraflores está la Librería Francesa Euromatex, con literatura y material ideado para la enseñanza de este idioma. facebook.com/Euromatex/

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Bonus Track: Samaca Orgánico

El bonus viene de una cafetería fundada por productores de aceite de oliva: Samaca Orgánico de Miraflores. En el interior de su local de productos saludables incluyen… ¡libros!

Salud por eso, ojalá más cafeterías se sumen a la iniciativa. samacaorganico.pe/


La apuesta por parte de algunos empresarios y el surgimiento de algunos proyectos editoriales -en muchos casos independientes- augura un buen futuro para el mercado de las librerías en Lima. Ahora falta que el Estado y los poderes públicos realicen labores de promoción de la lectura. Aunque esta tarea principalmente comienza en casa. Recuerden: + libros + libres.

Javier García Wong, Viajes del Perú
Diciembre del 2017
info@viajesdelperu.com

Tarifas promocionales: Se mantienen los precios para ingresar a Machu Picchu en 2018

Con el objetivo de promover el turismo interno, el Ministerio de Cultura (Mincul) aprobó el día de ayer las tarifas promocionales de ingreso a la ciudadela inca de Machu Picchu, región Cusco, que estarán vigentes en el 2018 para los visitantes nacionales, extranjeros residentes en el país y de la Comunidad Andina.

Es así, que la tarifa de ingreso a Machu Picchu para visitantes adultos será de S/ 64 (US$ 20), mientras que en el caso de los estudiantes de educación superior universitaria y no universitaria, estudiantes de educación escolar: inicial, primaria y secundaria; y niños, hasta los 12 años de edad, la tarifa de ingreso a ciudadela inca será de S/ 32 (US$ 10).

De este modo las tarifas se mantienen en precios similares a 2017, a excepción del caso de los estudiantes y niños, que tienen una rebaja para 2018 al pasar de S/ 48 a S/32.

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Estas tarifas están recogidas según Resolución Ministerial Nº 492-2017-MC, publicada hoy en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano.

Sin embargo, la norma precisa que para el caso de los menores de edad, estos deberán estar acompañados por una persona mayor de edad, quien se responsabilizará por el cuidado y acciones del menor, para lo cual deberá adoptar las medidas de seguridad necesarias.

Esta tarifa promocional estará vigente entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del 2018. De esta manera el Ministerio de Cultura mantiene el costo de las tarifas promocionales vigentes desde el 2015.

La R.M. N 492-2017-MC resalta que la medida se adopta para con el objeto de promover el turismo interno, difundir y facilitar el acceso a los atractivos y servicios turísticos que ofrece la ciudadela Inca de Machu Picchu, “en aras al fomento del turismo interno y turismo social”.

Esteban, Viajes del Perú
Diciembre del 2017
info@viajesdelperu.com

Así se vive la Navidad en Perú

Estamos a solo un día de la Navidad y como es costumbre en todas partes del mundo las grandes avenidas se visten con luces, se levantan árboles con coloridas guirnaldas y la publicidad alusiva a Papá Noel comienza a bombardearnos desde escaparates y televisores.

En el Perú (al igual en el total de los países del Hemisferio Sur) lo primero que puede sorprender a un turista europeo o norteamericano es ver motivos navideños y suelos simulando un valle nevado cuando estamos en una media de 25 ºC. Esto ocurre en toda la zona de la costa peruana.

Comprar un árbol de navidad en bermudas, camiseta y con gafas de sol, es una imagen que a más de uno puede sorprenderle la primera vez.

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En cuanto a las tradiciones para el día de Navidad, estas son bastante “gringas” o de origen norteamericano: luces de navidad en los balcones, árboles de navidad, y papá noeles en tiendas, en eventos y por supuesto, llevando los regalos a los niños.

Nacimientos o belenes en Perú

Aunque armar los belenes o nacimientos en días previos a la Navidad sea una tradición que también se realiza en gran parte de la Europa católica, esta práctica se introdujo en Latinoamérica por parte de los españoles hacia mediados del siglo XVIII.

En el Perú, al igual que en los países de la región, se realizaron cambios en algunos motivos vegetales y la ropa de los personajes del belén. Obviamente al ser el clima y productos tan diferentes a los palestinos o europeos, se añadieron algunos objetos locales como el maíz (o choclo), ropas o incluso biotipos de varios lugares de Perú como Chincha (raza negra), Piura, Cusco (andina), Amazonas o Lima.

El clásico belén o nacimiento peruano no es tan elaborado como el europeo (donde hay ríos, molinos, pastores, patos…); más bien se centra en las principales figuras del Portal: San José, la Virgen María, el Espíritu Santo, el buey, la mula, los reyes magos y por supuesto, el Niño Jesús.

Siguiendo también una tradición católica, muchas familias esconden o tapan con un pañuelo al Niño Jesús, para destaparlo o llevarlo al Portal el mismo día de la Navidad.

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Costumbres navideñas en costa, sierra y selva

En este post nos estamos centrando básicamente en la navidad limeña por ser el mayor foco de población del país, aunque también existen tradiciones características de otras zonas de la geografía nacional.

En el departamento de Ica existe una celebración llamada la “Navidad Negra”, una tradición que viene de las celebraciones de estas liturgias por parte de los esclavos negros en época de la colonia española.

Durante Noche Buena varias agrupaciones de bailarines rinden honores al “Niño Negro” (Niño Jesús de color), bailando danzas de origen africano. También se rinde homenaje a la Virgen del Carmen, conocida como “La Peoncita”, sacándola de procesión.

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En Chiclayo (costa norte) los niños salen a las calles vestidos de ángeles cantando villancicos y las panaderías venden las “empanadas de viento”, unas empanadas redondas como bombas que no pueden faltar en las mesas navideñas de la ciudad.

En la sierra el protagonista es el “Niño Manuelito”, nombre que proviene de “Emmanuel”, nombre que le daban los curas españoles a la misa (“Dios con nosotros”).

Por regla general, en la sierra las celebraciones de Navidad poseen un carácter dual que mezcla tradiciones católicas con otras de origen prehispánico. No es raro ver imágenes de la iconografía cristiana junto a danzantes con máscaras de diablos u otros personajes tipo de la época colonial.

En la Plaza de Armas de Cusco hacen una gran feria el día de Noche Buena donde artesanos, campesinos y pastores vende sus productos a locales y visitantes. “El Niño Manuelito” o “Niño del Espino”, puede comprarse en varios puestos de artesanía del lugar.

En la selva triunfa el exotismo. Una bonita tradición consiste en la llamada “Los Pastorcitos”, donde los niños van entrando en todas las casas a ver los nacimientos de las familias. Los niños eligen al mejor de ellos, que más tarde es visitado y premiado por una delegación de adultos de la ciudad.

Las “Pastoreadas Navideñas” por su parte, es una tradición en la que los pobladores de varias zonas selváticas se visten de personajes bíblicos y recorren las calles rodeados de ritmos amazónicos y tambores, siguiendo la supuesta estrella de Belén para encontrarse con el Niño Jesús.

Comer pavo en las navidades peruanas

La gastronomía peruana es una de las más premiadas y deliciosas del mundo, sin embargo, en cuanto a la celebración navideña, prefieren seguir las tradiciones navideñas norteamericanas y comer el clásico pavo (sobre todo en la zona de la costa), junto a otros acompañantes como el arroz árabe o distintas variedades de ensaladas de papa (con manzana, rusa con beterraga, con piña, pasas, etc…).

Las familias más humildes –para las que el pavo es un producto exclusivo- comen otros platos como el popular pollo a la brasa, arroz con pato o arroz chaufa o chicharrón de pescado.

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En otras regiones del Perú como en la sierra hay familias que prefieren la carne de lechón, acompañado de papa cocida, ensalada y choclo. El cuy (conejillo de Indias), es un animal muy consumido en zonas como Ayacucho y sur del país, y puede encontrarse también en los platos de las cenas navideñas en las familias más humildes.

En lugar de champán, las familias de la sierra peruana suelen brindar con la chicha de jora, especie de cerveza dulce de maíz fermentado.

Si hablamos de la selva (donde es difícil encontrar pavo), el plato estrella es la gallina silvestre al horno con toque asiático, aderezada con ají, pimienta, sal y sillao (salsa de soja). Las familias amazónicas también suelen preparar los clásicos juanes (arroz con palillo, con una pieza de pollo asada en una hoja de bijao), ensalada de frutas o el tacacho de plátano verde.

El chocolate se reemplaza en la selva por un ponche de plátano con leche, y en el brindis de medianoche se sustituye champán por el uvachado (licor en base a uvillas).

Comer panetón en Navidad

El panetón es una especie de bizcocho de origen italiano; sin embargo, su popularidad en las navidades peruanas es tal, que podríamos decir que es una parte más de la gastronomía peruana. Desde que uno se levanta en Navidad hasta que se va a la cama, es posible que se haya comido más de la mitad de uno de estos panetones.

Usualmente tienen en su interior pedacitos de fruta confitada y pasas, aunque algunos también llevan pintitas de chocolate. En los últimos años se han comenzado a dar variantes del panetón tradicional con harinas en base a quinua o kiwicha, aguaymanto, u otros insumos peruanos.

Lo tradicional en Navidad es comer el panetón con chocolate caliente (los menos preocupados con la dieta también los untan en mantequilla).

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Villancicos peruanos

Si al comienzo del post decíamos que algo que puede sorprender al turista extranjero es ver escenas navideñas y papa noeles bajo un inclemente sol de 25 grados, tampoco sería de extrañar escuchar villancicos con ritmos latinos y caribeños como la salsa, la bachata o la cumbia.

Estos villancicos pueden escucharse en toda Latinoamérica. Si en Europa las familias suelen juntarse en torno a una chimenea o un buen calefactor para escuchar estas melancólicas tonadas que hablan sobre el amor a la Virgen María y el Niño Dios, en el hemisferio sur es más común mover las caderas con estas canciones.

Un clásico en Perú es el coro de niños conocido como “Los Toribianitos”, que alegran los hogares con villancicos al estilo “cumbiero”. El nombre del grupo proviene del Colegio Santo Toribio en el céntrico distrito limeño del Rímac (cerrado a día de hoy). Este coro ha ido llevando estos villancicos por cientos de escenarios del Perú en distintas generaciones. ¡Hasta el buey está moviendo el esqueleto con estos acordes!


Tradiciones navideñas previas a la cena: el adviento

Ya indicamos en párrafos anteriores que la cena clásica de Navidad en el Perú es el pavo, las ensaladas de papa, y el panetón con chocolate caliente. Sin embargo, antes de la cena es común realizar una serie de tradiciones católicas que vienen de la época de la colonia.

Una de esas tradiciones es el Adviento, que marca el comienzo del Año Litúrgico (desde el 30 de noviembre al 24 de diciembre). Son los cuatro domingos previos a la Navidad, en los cuales -según dicta la tradición- se debe encender una vela que represente alguna virtud que queramos mejorar: amor, paz, tolerancia y fe.

Muchas casas católicas colocan durante estas fechas una corona de ramas de pino llamada “corona de Adviento”, que suele estar presente en la mesa el día de Navidad y en la que se encienden las cuatro velas. La última antes de comenzar la cena.

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Algunas familias católicas se reúnen en torno a la corona de Adviento para agradecer y leer algún pasaje de la Biblia. Esta corona puede incluso ser llevada a un templo para su bendición por un sacerdote.

Intercambio de regalos en las navidades peruanas

El intercambio de regalos en Navidad tiene influencias muy americanas. Todos los regalos se amontonan a los pies del árbol con los nombres de todos los miembros de la familia. Tras la cena, un familiar se acerca a los pies del árbol y comienza a repartir los presentes.

Si en la familia aún hay niños pequeños, hay padres que los mandan a dormir temprano y los despiertan a las 00.00 horas para sorprenderlos con los regalos que ha dejado minutos antes Papa Noel. Otros padres llevan a un Papa Noel o disfrazan a un familiar para dar los regalos tras terminar la cena.

Papa Noel es el único que lleva los regalos a los peruanos, y no existen otros personajes que realicen este cometido, como Los Reyes Magos en España u otros personajes mitológicos alrededor del mundo.

En definitiva, las costumbres navideñas en Perú son tan ricas y variadas como regiones tiene el país. La diversidad es parte de la belleza de estas tradiciones. Si nos dejamos alguna dejadnos un comentario para conocer más de estas formas de vivir la Navidad. ¡Felices Fiestas!

Francis, Viajes del Perú
Diciembre del 2017
info@viajesdelperu.com

La Amazonía peruana se posiciona como la nueva joya del Turismo Rural Comunitario

El pasado día 12 de diciembre acudimos a un taller sobre Turismo Rural Comunitario que tuvo lugar en las oficinas del Mincetur para descubrir algunos de los nuevos destinos de moda para los amantes de este nicho que se va posicionando con fuerza como tendencia mundial.

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El coordinador Nacional de Turismo Comunitario de la cartera de Comercio Exterior y Turismo, Iñigo Maneyro, sostuvo que la Amazonía peruana se ha posicionado como uno de los lugares con mayor potencial para el desarrollo de estas experiencias en las que las comunidades locales son el eje de las actividades vivenciales.

En este sentido, destacó que las zonas de Tingana, Santa Elena y Palestina (Región San Martín); y la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana (Región Loreto), ofrecen toda una serie de actividades con familias locales a través de la selva, que pueden ser una gran opción para descubrir en las vacaciones de fin de año.

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“Potenciar el Turismo Rural Comunitario es la estrategia del Mincetur para impulsar el desarrollo de experiencias auténticas de calidad que ofrecen las comunidades de la costa, sierra y selva del Perú” expuso Maneyro.

Tingana es una zona de aguajales-renacales en las que se pueden realizar paseos en bote y conocer la gran diversidad de fauna y flora de este ecosistema de selva húmeda. Santa Elena por su parte, posee un área de bosques de 963 mil Has ubicada en la zona de Conservación y Recuperación de Ecosistemas (ZoCRE) Humedal del Alto Mayo. Entre su fauna destaca el lobo de río, el achuni, oso hormiguero, perezosos, majas y especies de mono como el fraile, pichico o el negro.

La comunidad de Palestina destaca también por las visitas guiadas a las cuevas de la localidad, una de ellas considerada como la tercera más profunda del país con un mariposario incorporado y formación geológica de hace 60 millones de años.

La Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, en la región Loreto posee hasta 1780 especies de plantas, 522 especies de mariposas, 476 especies de aves, y hasta 145 especies de mamíferos. Su biodiversidad es única en el mundo con ecosistemas poco comunes en la amazonia sudamericana con bosques de arena blanca o "varillales".

Maneyro alegó que el Perú tiene mucho que ofrecer en cuanto a Turismo Rural Comunitario, ya que es uno de los países con mayor diversidad y donde naturaleza y cultura están juntas. "Esto enlaza además perfectamente con lo que busca el viajero del siglo XXI", dijo.

Otras zonas de la Amazonía peruana que pueden sorprender al viajero son la Comunidad Yarina de la Reserva Nacional Pacaya Samiria donde se brindan actividades de observación de flora y fauna, junto a travesías nocturnas, pesca en el río Yanacu, o conocimiento sobre plantas medicinales.

Todo esto de la mano de los amigables pobladores de la zona.

Merece la pena destacar que estas iniciativas surgen de la propia comunidad: pastores, ganaderos, agricultores, cazadores, pescadores que por atractivos, biodiversidad, presencia cultural, etc., deciden incursionar el turismo rural comunitario.

Como parte de este proceso se esperan rescatar bailes, cantos y/o costumbres paulatinamente olvidadas en varios de los pueblos indígenas de la zona.

El coordinador Nacional de Turismo Comunitario del Mincetur destacó además otras 13 regiones en las que se está desarrollando este tipo de turismo: Ayacucho, Apurímac, Lambayeque, Amazonas, Ancash, Loreto, Amazonas, Cajamarca, San Martín, Madre de Dios, Cusco, Puno, Arequipa.


El turismo rural en Perú nació en la Isla de Taquile (Lago Titicaca) hace 40 años aproximadamente. A día de hoy el Perú está posicionado como uno de los grandes destinos para el turismo rural comunitario con récords mundiales en diversidad de fauna y flora (Mishana); el lago navegable más alto del mundo (Titicaca); el cañón más profundo del mundo (Cañón del Cotahuasi); la montaña tropical más alta del mundo (Huascarán); entre otras maravillas por conocer.

Dato: Al año 2021, se espera que las comunidades beneficiadas sean visitadas por 900 mil turistas, alcanzando un monto de S/ 40 millones anuales.

Roger Símpalo, Viajes del Perú
Diciembre del 2017
info@viajesdelperu.com

Perú en 18 días por Sergio Rodríguez

Recientemente estuvo viajando por el Perú el chef Sergio Rodríguez de Bilbao (@blackpulletchef), así que no quisimos perder la oportunidad para pedirle el favor de que escribiera su experiencia en nuestra sección de Crónicas Viajeras.

Sobra decir que estamos agradecidos de corazón a Sergio por tomarse el tiempo de escribir esta guía práctica sobre la aventura que vivió durante estos días en el país. *Los enlaces y negrita son agregados nuestros al texto de Sergio. A continuación su relato:

Día 1: Llegada a Lima

Con los nervios a flor de piel nos montamos en el coche para ir de Bilbao a Madrid y hacer nuestro tan deseado viaje a Perú. Tomamos el avión temprano en Barajas y llegamos casi al mediodía al Aeropuerto Jorge Chávez de Lima. Como ya nos habían dicho antes de llegar, pasamos los primeros taxis de la puerta y preguntamos precios a los que estaban cruzando el parking. S/ 40 (unos 12 euros).

En este blog habíamos leído también que existe un servicio de bus hasta Miraflores, pero sinceramente -y como éramos 3 a pagar- quisimos ir más cómodos hasta nuestro hotel. Como la mayoría de los turistas, optamos por quedarnos en Miraflores, en el hotel El Dorado compartiendo los 3 una pequeña habitación. Pagamos S/ 200 más o menos por cabeza. Esperábamos un poco más del hotel, aunque el servicio fue atento y no tuvimos incidentes.

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El hotel estaba junto a la Avenida Larco y cerca de casi todo: restaurantes, tiendas, museos, y el conocido Parque Kennedy, donde hay decenas de gatos que la gente suele abandonar. Ya nos habían dicho que era el barrio más seguro, pero también el más turístico y por tanto, menos "real" de Perú.

Como llegamos sin un plan definido, y como soy chef preferí optar por el tan de moda "turismo gastronómico" durante 3 días antes de comenzar el viaje al sur del país. Optamos por viajar sin prisas y aclimatarnos bien en Lima. Tras dormir una buena siesta, la primera noche fuimos uno de los mejores restaurantes de Lima Malabar (sin reserva) y pudimos pillar mesa. Pese a estar en la lista de los 50Best de Latinoamérica he de decir que no me sorprendió demasiado, quizás haya que darle una segunda oportunidad... 

Día 2: Conociendo Lima

Nos levantamos también sin prisas (9.00 am), desayunamos en el hotel y nos vamos al Centro Histórico de la ciudad. Hacemos un recorrido por la Catedral en la Plaza de Armas y vamos a las famosas Catacumbas del Convento de San Francisco. Casi al mediodía decidimos probar el famoso "pisco sour" en el lugar donde dicen que se crea la receta actual, el Hotel Maury. No le ponen hielo. Es cierto lo que dicen, sube a la cabeza rápido.

Nos perdemos conocer el Barrio Chino, donde dicen que hay varios chifas (fusión chino-peruana) tradicionales con un buenísimo pato a la pekinesa y dejamos también la Huaca Pucllana. Tomamos directamente un taxi seguro a Barranco a través de la aplicación de Taxi Beat por S/ 17. Por cierto, para tener internet y número móvil peruano compramos una tarjeta de la compañía BITEL por S/ 10 (3 euros) en un lateral del Parque Kennedy (junto al Metro 24 horas). Super sencillo.

Ya en Barranco vamos a comer a un buffet llamado Puro Perú que nos recomiendan para probar un poco de la famosa gastronomía peruana (creo recordar que pagamos S/ 75 sin bebida). Increíble el sabor del ceviche y una variante con crema de ají llamada "tiradito". Mezclas de cebolla, limón y un sabroso picante en su preparación. Probamos otros platos excelentes como la causa o platos criollos como el arroz con pato, el seco con frijol o el rocoto relleno, típico de la ciudad de Arequipa.

Tras comer vamos paseando hasta la Plaza de Barranco (a unos 15 minutos a pie del local) y conocemos el Puente de los Suspiros, su bonita iglesia, el mirador y la Bajada de Baños. Barranco nos encanta por el ambiente de barrio tan auténtico y sus bonitas calles con casonas coloniales.

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Por la noche queremos ir a comer a Panchita, el conocido restaurante del chef Gastón Acurio pero parece que hay un problema en la reserva que nos incomoda. Le ponemos la cruz. Llamamos a otro de los conocidos restaurantes de Lima, Fiesta Chiclayo Gourmet y nos reservan mesa en ese momento. El mero y el cordero que comemos es una "fiesta" como bien dice el nombre, para los sentidos. Es sábado y estamos a un paso de Barranco, así que salimos por el barrio. Visitamos la Noche de Barranco y el Ayahuasca Bar, donde nos dicen que hacen buenos cóckteles.

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Día 3: Mercado y culminación gastronómica

El día de hoy queremos tomarlo con más calma. Salimos del hotel sobre las 10.30 am y nos vamos a conocer el Mercado de Surquillo Nº1 que nos recomiendan, relativamente cerca del hotel (S/ 6 en taxi de la calle). Para un chef descubrir tantas variedades de patatas, de ajíes y frutas como la lúcuma, la granadilla o la carambola es abrir los sentidos a nuevos sabores y olores que embriagan.

Hablamos con las señoras dependientas de las fruterías y tiendas de especias, que nos dan una cátedra sobre lugares de producción, variedades de productos y riqueza culinaria de cada zona de Perú. Sobre las 12.00 pm nos recomiendan comer en la cevichería que se encuentra en el mercado llamada El Cevichano (es la misma que nos recomendaron antes de llegar). Nos comemos un platazo de ceviche por S/ 20 (5 euros) que nos sienta de maravilla.

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Nos han hablado muy bien del café peruano, así que nos vamos a conocer el Neira Café Lab, que tiene variedades de café de las zonas de Chanchamayo, San Ignacio y Jaén. Tardan bastante en servir el pedido, pero el café es realmente bueno, con unos toques achocolatados y una suave acidez cítrica que invade nariz y boca con una explosión de aroma.

Descansamos esa tarde en el hotel antes de culminar el día con la mejor experiencia culinaria del viaje. Acudimos esa noche a Maido, del chef Mitsuharu Tsumura (conocido como Micha) para probar la tan famosa comida Nikkei (fusión peruano-japonesa). He de decir que fuimos a cenar a Maido tan solo dos días antes de que obtuviera el primer puesto en los 50Best de Latinoamérica 2017, aunque sin duda lo tiene sobradamente merecido. Cada plato fue un descubrimiento y una innovación genial de su chef, que ideó un menú en base a 15 pasos con lo mejor del mar peruano. Increíble experiencia que no puedo dejar de recomendar a todo foodie que se precie.

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Día 4: Arequipa

Decidimos por tiempo ir directamente a Arequipa aún sacrificando Ica, la Huacachina, la Reserva de Paracas y las Líneas de Nazca. Sobre las Líneas de Nazca hay quien dice que son algo espectacular y hay quien dice que desde la avioneta apenas son visibles. La verdad es nos quedaremos con la duda.

Salimos esa mañana temprano del hotel (6.00 am) y cogemos el avión a Arequipa en el aeropuerto Internacional Jorge Chávez a las 8.50 am. Tras una 1h 20min llegamos a la ciudad de Arequipa, con un cambio radical del paisaje. La ciudad nos recibe con una luminosidad característica, quizás por eso la llamen la Ciudad Blanca.

Desde el aeropuerto tomamos un taxi hasta la casona en la Calle Jerusalen y de ahí a la estación de buses de Arequipa. Por ser día de Censo Nacional (vaya qué casualidad) tenemos la estación de buses cerrada pero con una fila de Vans a la espalda. Nos cobran S/ 25 por llevarnos al Cruce de Patahuasi en un trayecto de hora y media.

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En la Van (que compartimos con 12 personas) damos buena cuenta de una lata de sardinas, paradójico teniendo en cuenta que el día anterior hemos vivido una de las mejores experiencias culinarias de nuestras vidas. El ambiente se va volviendo desértico, casi nos recuerda a esas películas americanas del oeste. Nos quedamos a dormir en el cruce en una pequeña casa donde cenamos sopa de gallina.

Día 5: Chivay

El famoso mal de altura hace mellas en la tripulación. A mi hermano comienza a agobiarle y deserta para volver a Arequipa. Yo sigo junto a mi otro amigo y a las 7.00 am tomamos el bus morado de línea "Milagros" que por S/ 8 (2,20 euros) nos lleva a Chivay.

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Al llegar buscamos un hospedaje en la Plaza de Armas del pueblo por S/ 70 la habitación doble. Este día damos un pequeño paseo por los alrededores. Nos apetece descansar y no andar con prisas. Desde Chivay y recogidos en el hotel contratamos un tour junto a la Plaza por S/ 40 al Cañón del Colca y la Cruz del Cóndor.

Día 6: Cañon del Colca-Cusco

Nos levantamos temprano para comenzar el tour en el Cañón del Colca parando en lugares muy turísticos donde se hacen bailes, nos muestran artesanía, vemos llamas... Nadie nos contó que es necesario pagar S/ 70 (20 euros) para adquirir un Boleto Turístico que permite ver el Cañón del Colca. Se puede comprar en Chivay o en Cabanaconde.

En la Cruz del Cóndor efectivamente vimos varios cóndores, un macho y varias hembras, que son de tamaño más pequeño. El tour no dura demasiado y creemos que vale la pena.

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Regresamos a Chivay y de ahí marchamos a la 1.00 pm de nuevo para Arequipa en un viaje de 3 horas. Al llegar comemos en el famoso restaurante Chicha de Gastón Acurio, donde probamos la carne de alpaca y una versión del famoso rocoto relleno arequipeño.

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Tras la comida paseamos por la bonita ciudad de Arequipa y conocemos la Plaza de Armas con su catedral hecha en sillar blanco, callejeando junto al Monasterio de Santa Catalina y otras calles aledañas. Nos hubiera gustado pasear más pero regresamos al hotel a preparar el equipaje. Aunque no nos gusta viajar de noche compramos el billete que sale a las 8.30 pm hacia Cusco con la compañía de buses Flores. Pagamos S/ 50 (15 euros) con cena y sillón reclinable 160º. Son 10 horas de viaje desde Arequipa a Cusco. La verdad es que fuimos muy cómodos.

Día 7: Cusco 

Al llegar a Cusco buscamos alojamiento en el hotel Cusco Inn por unos S/ 260 (70 euros) en habitación doble con desayuno. El hotel nos encanta, servicio excelente, todas las comodidades, luminoso y tranquilo. Hacemos una pequeña ruta de tres horas por la ciudad y conocemos la Plaza de Armas y la Catedral (entramos a visitarla algo más de una hora por S/ 25), el Mercado de San Pedro, la clásica Piedra de los 12 ángulos y el Q'oricancha desde fuera. Queremos dejar algo para visitar a nuestra vuelta del Machu Picchu.

Vamos a comer al Chicha de Cusco (repetimos Chicha tras probar también el de Arequipa). En esta ocasión comemos un plato en base a quinua de la zona que nos parece una exquisitez. También probamos el famoso cuy (conejillo de Indias), que aunque suene a tópico, nos sabe a liebre. Aprovechamos la tarde para comprar el billete de tren en la oficina de Inca Rail que nos llevará de Ollantaytambo a Aguas Calientes. Precio: la sablada de US$ 120.

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En la noche tomamos una cerveza en la Plaza de Armas y vamos temprano al hotel para descansar.

Día 8: Valle Sagrado-Ollantaytambo

En la mañana tomamos un colectivo hasta Pisaq (S/ 4) para conocer el famoso mercado. Por cierto amigos, en Cusco hay que comprar otro Boleto Turístico que nos cuesta nuevamente S/ 70. Tendremos que presentarlo en casi todas las ruinas incas del Valle Sagrado.

En el mercado compramos para las chicas de la familia unos chals de alpaca (o eso nos dijeron) por S/ 15, pirita y piedras de serpentina (el mineral de Machu Picchu). Desistimos de conocer las ruinas que se encuentran tras una caminata de casi una hora de duración. Tomamos un café en la Plaza de Pisaq y cogemos una Van hasta Urubamba que nos cobra otros S/ 4.

Aunque queríamos ir directamente a Ollantaytambo nos dicen que no hay transporte directo por lo que tenemos que hacer el trasbordo en Urubamba. El Valle Sagrado de los Incas se abre ante nosotros con todo su verdor y luminosidad. Parece un lugar sacado de película con una luz casi divina. La gente es amable y conversadora, muy sencilla y amable con el turista. Pagamos S/ 1,5 para ir desde Urubamba a Ollantaytambo.

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Al llegar buscamos donde dejar la mochila y encontramos el económico Hostal Miranda, un sencillo alojamiento que nos cuesta S/ 30 cada uno (unos 9 euros). Paseamos por la bonita Ollantaytambo, que parece uno de esos pueblitos perdidos de la sierra española anclado en el tiempo. Recorremos el pueblo respirando el aire tan puro que nos llena los pulmones de vida. Nos vamos pronto a descansar para nuestro día previo al Machu Picchu.

Día 9: ¡¡¡Machu Picchu!!!

El mejor día de nuestro viaje. Bien vale la pena patearse todo el país hasta llegar a Aguas Calientes. Nos levantamos temprano en Ollantaytambo para tomar el tren (6.10 am) hasta Aguas Calientes de 1h 40min. De ahí vamos a tomar el autobús que hace el trayecto de 30 minutos hasta Machu Picchu.

Machu Picchu es una absoluta pasada (siendo fino). Un lugar realmente increíble que merece la pena visitar al menos una vez en la vida. No por nada está considerada una de las 7 Maravilla del Mundo. Nos tomamos nuestro tiempo en visitarla. 5 horas con las rutas 1 y 2 hechas. Si vas a conocer el Santuario, lo que diría es que estés un buen rato recreándote en el lugar. Respira la energía.

Decidimos bajar andando hasta Aguas Calientes. Tardamos una hora y media. Cansa, si no tienes un buen estado físico no lo intentes. De 4.30 a 6.00 pm vamos a conocer los famosos baños termales por los que pagamos S/ 20 (unos 5 euros). Alquilamos toalla y bañador por S/ 6 adicionales. Nos relajamos tras la caminata en las 6 piscinas que encontramos allí.

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Tras relajarnos en los baños termales tomamos el tren de vuelta a Ollantaytambo, donde llegamos a las 00.00 horas. Por desgracia a esa hora no hay servicios de mototaxi y debemos caminar 15 minutos bajo la lluvia hasta la Casa de WoW, un bonito alojamiento ubicado en una casa de piedra donde pagamos S/ 113 por una habitación triple.

Día 10: Valle Sagrado-Cusco

La mañana en Ollantaytambo es tibia y con un ambiente festivo. Hay un festival de danza folclórica que nos quedamos a observar un rato. Sobre el mediodía vamos al Mercado de Abastos y nos indican que la zona de comidas está en el tercer piso. Comemos comida muy casera por solo S/ 5, nos quitamos el frío con un buen estofado de carne con patatas.

Tras la comida decidimos conocer la otra gran recomendación del Valle Sagrado: Moray, Maras y Chinchero. Los tres lugares increíbles. Merece la pena tomarte el tiempo de visitarlos. En Moray notas la energía de cada aro, donde se supone que los incas hacían pruebas de microclimas para cultivo. Las salineras de Maras parecen sacadas de una película, parece que de repente estás en Marruecos. Y Chinchero, aunque pequeño, tiene el encanto de un pueblito de la sierra peruana como los que nos hemos ido encontrando por el camino.

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Llegamos en la tarde noche a Cusco en colectivo y nos recomiendan el Hostal Suecia 2, en el casco viejo y a 3 minutos andando de la Catedral. Pagamos unos S/ 118 por 2 noches (30 euros). No nos gustan las prisas, así que decidimos quedarnos 2 días en Cusco simplemente descansando y tomando fuerzas para afrontar la selva peruana.

Día 11: Descansando en Cusco

Como decía, preferimos tomarnos este día para descansar y tomar fuerzas. Tomamos un buen desayuno y decidimos hacer algo de deporte. La distancia corriendo desde la calle Suecia a Sacsayhuamán apenas nos toma 10 minutos. Nos relajamos paseando entre las grandes ruinas incas.

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Vuelta al hotel, ducha y comida en el restaurante Cicciolina (que nos recomiendan como uno de los mejores de Cusco). Cerca de la Plaza de Armas. Pedimos ensalada, causa, risotto con hongos y osobucco más postre. Unos S/ 100 por cabeza.

Aprovechamos la tarde para callejear por Cusco. Barrio artesanal de San Blas, Mirador, mercado de artesanía donde compramos algunos chullos para recuerdo. En la noche tomamos un par de cervezas en el famoso Mamá África de la Plaza de Armas y regresamos al hostal.

Día 12: Descansando en Cusco-Puerto Maldonado

La mañana de este día tomamos un taxi hasta el aeropuerto de Cusco para volar a las 10:40 am dirección Puerto Maldonado. El billete nos cuesta US$ 193 por persona ida y vuelta. Tras 50 minutos de vuelo llegamos a la ciudad y preguntamos cómo llegar a la Reserva de Tambopata.

Finalmente nos recomiendan un lodge a varios kilómetros de la ciudad y en plena selva para disfrutar de la naturaleza salvaje de la Amazonía peruana. No nos hospedamos en Tampopata pero sí muy cerca, en el logde Isuyama Hostel, con la encantadora familia de Roger: María y su hijo Frank.

Los tres que llegamos pagamos S/ 580 por dos noches con desayuno, comida y cena incluídas y una excursión de 5 horas por la jungla en barca río arriba.

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Día 13: Tambopata

En la excursión que hacemos a Tambopata nos cruzamos con todo tipo de aves y una vida vibrante que ruge en las orillas del río. El solo hecho de surcar el río Tambopata en lancha ya es toda una experiencia. Este tour lo hacemos con Roger, el dueño de Isuyama Hostel por S/ 80 por cabeza.

Salimos después de comer como a las 2.00 pm y llegamos tipo 00.00 horas de vuelta al Lodge. En el camino vamos viendo aves y una vegetación espesa que se eleva en los márgenes del río. La primera parada es para desembarcar en una aldea en la que nos invitan a probar algunos productos e insectos como los suris (esos gusanos gordos blancos de la madera que al estar crudos, nos echan para atrás).

Más tarde hacemos una caminata de hora y media al interior de la selva, donde podemos cruzarnos con algunos monos, pájaros e insectos de todo tipo. Roger nos enseña diferentes árboles y plantas medicinales que los pobladores de la zona usan para sanar sus enfermedades. Nos sorprende la sabiduría y tradición milenaria que existe en torno a esta medicina natural.

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Día 14: Tambopata-Cusco-Puno

Tomamos en la mañana una avión de regreso a Cusco con el billete de ida y vuelta que habíamos comprado hace unos días. Nuestra idea es tomar un bus que nos lleve a Puno al llegar a Cusco para ganar un día.

Al llegar nos dirigimos directamente a la estación de buses y preguntamos por un bus cama que nos lleve hasta Puno. Tomamos el bus Cusco-Puno de Turismo Moquegua por S/ 35 que sale a las 3.00 pm y llega a Puno a las 9.00 pm. No es tan cómodo como Flores, pero no nos quejamos.

Para no quebrarnos mucho la cabeza nos hospedamos en el Hostal Apurinak que está junto al Terminal Terrestre y el Mercado de Puno (S/ 23 por cabeza habitación doble sin desayuo). Nos dicen que estamos también junto al puerto desde donde salen los ferries para la Isla de Uros del Lago Titicaca.

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Día 15: Lago Titicaca-Copacabana (Bolivia)

La historia del Lago Titicaca que dice que es el lugar de donde emergieron los primeros incas nos llama la atención (además de ser el lago navegable más alto del mundo). Así que no queríamos dejar pasar la oportunidad de surcar sus aguas y conocer a sus pobladores.

En la mañana vamos a desayunar al Mercado cercano, donde podemos ver productos de la tierra como pepinos, variedades de patata, calabazas, zanahorias, ajíes; para ir desde ahí a tomar un barco local comunal (15 personas) que sale a la Isla de Uros. Pagamos S/ 10 cada uno más S/ 5 adicionales por entrar en Uros. El lugar es increíble para hacer fotos. Los habitantes de Uros son muy amables con los turistas (algo que imagino difícil recibiendo tal cantidad diariamente).

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No conocemos ni Taquile ni Amantaní. Regresamos a Puno y probamos un rico ceviche de trucha en la misma Terminal Naval. No tardamos mucho en coger una Van Colectivo por S/ 10 para cruzar la frontera que está en el mismo lago y cruzar al lado boliviano hasta Copacabana. Cruzamos sin problemas, nos ponen un sello de salida en el lado de Perú y de entrada en Bolivia y rellenamos una ficha con nuestros datos. Justo al cruzar la frontera cambiamos € 40 (300Bo).

En la frontera tomamos otra Van que nos lleva por 4Bo (€ 0,50) a Copacabana, que está a unos 8Km. Vamos de frente a un lugar que nos recomiendan, Hostal Academia Star que nos cuesta 70Bo (8,80 euros) en una habitación doble con baño privado. 10Bo adicionales para una toalla. Pese al mal rollo que nos da el nombre del hostal la verdad es que es amplio, limpio y sencillo y con un dependiente atento. Muy cercano a la Plaza de Copacabana.

La primera impresión que nos llevamos de Bolivia es que todo es muy barato.

Día 16: Titicaca en el lado boliviano-Puno

Nos levantamos temprano para salir a conocer la Isla del Sol del lado boliviano del Lago Titicaca. La verdad es que nos quedamos con ganas de conocer Huaraz en la sierra peruana, pero por tiempos pensamos que puede ser bonito hacer un trekking en estas islas menos frecuentadas.

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La compañía de barquitos Andes Amazonía realiza por 25Bo paseos ida y vuelta a la Isla del Sol. El trayecto a la isla dura 2 horas. Una vez allí hemos hecho un trekking por libre de otras 4 horas. En el trayecto del barco nos hemos hecho amigos de un polaco, un brasileño y una francesa, con los que estuvimos recorriendo la isla. Tras subir la escalinata inca de la Isla del Sol nos sentimos literalmente como Rocky Balboa tras terminar su entrenamiento.

Cuando estuvimos allí, del centro al norte de la isla se encontraba cortado por un conflicto de intereses de las gentes del norte. Asumimos que por motivos turísticos. Al retorno a Copacabana (otras dos horas) cenamos en un pequeño local unas salchipapas bastante simples. Lo justo para quitar el hambre.

Tras hacer algunas compras para gastar los bolivianos que habíamos cambiado tomamos el bus Panamericano por 25Bo que nos regresa de Copacabana a Puno. Tras pasar la frontera tomamos otro Van que nos lleva a Puno para llegar tipo 4.30 pm y de ahí vamos a visitar el conocido Mercado Bellavista (que nos cuentan es el mercado de contrabando más grande de la zona sur).

El viaje ya va tocando su fin. Nos hospedamos de nuevo en el Hostal Academia Star tras comer una rica sopa con su presa de cordero en un localcito cercano al alojamiento.

Día 17: Juliaca-Lima y cierre gastronómico

En la mañana nos levantamos con calma, tomamos nuestro mate de coca para apaciguar el mal de altura (ya nos dieron el dato de las famosas sorojchi pils) y tomamos un bus que nos lleva al aeropuerto de Arequipa (pagamos US$ 109). El vuelo nos toma aproximadamente una hora hasta la ciudad de Lima.

Llegamos cansados y decidimos echarnos una siesta antes de nuestro último homenaje gastronómico en Central, el restaurante de Virgilio Martínez que fue durante tres años consecutivos el número 1 de Latinoamérica (precisamente hasta hace un par de semanas donde le destrona Maido). Para Central habíamos reservado desde España con 2 meses de antelación.

La experiencia es otra de esas maravillas gastronómicas que tiene Perú, con un menú en 15 pasos que recrea un recorrido por todas las zonas del Perú. Si me ponen en la delicada situación de elegir entre Maido y Central, sinceramente me quedo con Maido y con las innovaciones de Micha (sin querer desmerecer el gran trabajo que durante años ha posicionado a Virgilio como número 1).

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Por ser la última noche, unos amigos nos convencen de tomar el "pisco sour de despedida". Es el momento de rememorar todos los maravillosos días que nos ha dado este país que ya es parte de nuestro corazón. Las anécdotas hacen que nos riamos y que nos demos cuenta que el momento del viaje ya está dando a su fin. Nos vamos para descansar antes del pesado vuelo de vuelta a Madrid.

Día 18: Salimos de Lima. Vuelta a casa

La mañana del último día se nos va prácticamente haciendo las maletas y colocando todo para buscar espacio para los regalos que llevamos. Yo además estoy llevando semillas, ajíes, variedades de patata, picantes, especias, limones peruanos, salsas... Puedo crear un recetario con lo que llevo en mi maleta.

Me dice un amigo antes de viajar que no me van a dejar pasar todo esto por medidas fitosanitarias, pero la verdad es que pasaron sin ningún problema. Tomamos el avión a las 4.30 de la tarde. El pasado se queda aquí escrito. Gracias Perú.

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*Desde Viajes del Perú queremos agradecer a Sergio por tan detallada guía de viajes en la que relata su día a día y su planning de viaje. ¡Te esperamos de vuelta!

Francis, Viajes del Perú
Diciembre del 2017
info@viajesdelperu.com

Perú es elegido 'Mejor Destino Culinario' por sexto año consecutivo

La gastronomía peruana no para de cosechar éxitos en el mundo. La prueba es irrefutable. Perú se alza por sexto año consecutivo con el galardón de 'Mejor Destino Culinario' por los World Travel Awards (WTA), que en esta última edición se celebración en la ciudad de Phu Quoc, Vietnam.

De igual modo, la ciudadela inca de Machu Picchu, en Cusco, se llevó el premio como ‘Mejor Atracción Turística’ de este 2017. Los WTA otorgan estos galardones en base a la votación online de la organización, en la que participan profesionales del turismo, empresarios del sector y viajeros de todo el mundo.

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Isabella Falco, directora de Imagen País de Promperú, sostuvo que "estos reconocimientos que recibimos como país son resultado del trabajo que estamos realizando para la promoción de nuestros recursos turísticos y de nuestra gastronomía".

En declaraciones a la agencia de noticias Andina, Falco aseguró que estos premios posicionan al Perú ante los ojos del mundo, especialmente ante la élite de la industria de viajes.

Cabe destacar que según un estudio realizado por Promperú, el principal motivo para visitar el Perú es conocer la ciudadela de Machu Picchu. Sin embargo, la gastronomía ya se cuenta entre los aspectos motivadores de viaje. El 82% de los turistas que visita el país lo considera como un destino gastronómico.

Una reciente noticia divulgada en la prensa peruana afirma además que debido a este cada vez mayor reconocimiento de la gastronomía autóctona, Promperú está preparando una comitiva que muestre las virtudes de los platos nacionales a los visitantes que acudan a Rusia para ver el Mundial de Fútbol que lleva a la selección inca a esta competición tras 36 años de ausencia.

Actualmente, tres son los restaurantes peruanos que se encuentran en la lista de ‘Los 50 Mejores Restaurantes el Mundo’. Estos son: Central, en el quinto lugar; Maido, en el puesto ocho y Astrid & Gastón, en el 33. Además, 10 restaurantes están en la lista de ‘Los 50 Mejores Restaurantes de América Latina'. Se trata de Maido, Central, Astrid & Gastón, Osso Carnicería y Salumería, entre otros.

Así que ya sabéis. Si queréis venir a conocer el Machu Picchu y la belleza del Valle Sagrado, daros el tiempo de hacer una reserva en uno de estos restaurantes (o id por ejemplo a un Mercado a probar un buen ceviche por no más de S/ 20), y disfrutad de una de las gastronomías más espectaculares del planeta.

Francis, Viajes del Perú
Diciembre del 2017
info@viajesdelperu.com