Para tratar de resumir esta problemática que puede interferir directamente en el turismo -tanto local como extranjero- que llegue a visitar la maravilla del mundo, habría que remitirse a la propuesta de hace algo más de un año de construir un teleférico que conecte Aguas Calientes con Machu Picchu.
Esa opción contaba con el apoyo de gran parte de la población de la zona y fue anunciada a bombo y platillo por el anterior alcalde de Machu Picchu Pueblo, David Gayoso, que calculó la construcción de la infraestructura para el Bicentenario peruano en 2021 con un monto de US$ 55 milllones.
Hasta aquí todo bien. Incluso ya se había anunciado a finales de 2018 el interés de cuatro empresas en la construcción del citado teleférico.
¿Cuándo llega el problema? Cuando parecía que todas las cartas estaban puestas sobre el tapete para comenzar la licitación de la construcción del teleférico, es que el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) a la cabeza del ex titular Rogers Valencia, convocó en junio de 2018 una nueva consultoría para evaluar la posibilidad de desarrollar un "estudio preliminar técnico y económico sobre las posibilidades de un acceso alternativo a Machu Picchu".
La buena pro se otorgó a la consultora Lombardi S.A. Ingenieros por S/ 265 mil, que resolvió a mediados del pasado diciembre la posibilidad de construir un acceso subterráneo por el lado amazónico de Santa Teresa para crear pozos verticales con ascensores de 400 metros de altura, con galerías de conexión a través de un túnel de dos kilómetros, que contara con un tren eléctrico o cintas transportadoras.
Machu Picchu Pueblo en pie de guerra
Esta solución no es del agrado de la población de Machu Picchu Pueblo ni de su actual burgomaestre, Darwin Baca, que considera que la construcción de un sistema de ascensores desde el lado amazónico condenaría a la localidad cusqueña al ostracismo turístico y el aislamiento.
Ante ello, el Frente de Defensa de Machu Picchu ha mostrado su total rechazo a la construcción de este túnel con ascensores desde Santa Teresa, amenazando con un paro en todo el distrito que afecte a la visita de los turistas que quieran conocer la ciudadela inca; algo que pondría al Cusco y al Perú en el foco internacional al no ser garante de una correcta seguridad para los visitantes extranjeros. Obvia nombrar los perjuicios que ésto tendría para la imagen exterior del país, que tiene a Machu Picchu como la gallina de los huevos de oro dentro del sector turístico.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Turismo, Carlos Canales, aseguró que cualquier alternativa es válida "siempre y cuando se cumplan los requisitos de las autoridades competentes y tome en cuenta el actual aforo de la ciudadela (más de 5,000 visitantes al día". Del mismo modo, sostuvo que debe evaluarse el impacto para Machu Picchu Pueblo al ser un tema sensible: "esto debe trabajarse con diálogo", puntualizó.
Gráfico del diario El Comercio |
Quizás esa sea la forma de contentar a todas las partes implicadas en la construcción de esta futura infraestructura. Lo que sí es cierto -como mencionaba el presidente de la Canatur- es que lo importante es sin duda el diálogo, mucho diálogo.
Francis, Viajes del Perú
Enero del 2019
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