A comienzos de año -prácticamente con la resaca de Noche Vieja- amanecimos con la buena noticia de un nuevo hallazgo en el Parque Arqueológico de Pikillaqta, una de las ciudades más importantes de la cultura preinca Wari (o Huari) que tuvo lugar entre los años 600 y 1000 D.C en los Andes Centrales (Ayacucho).
Así lo anunció el ministro de Cultura, Rogers Valencia, a su llegada al recinto de Pikillaqta, a unos 30 Km al suroeste de la ciudad de Cusco. Según los primeros apuntes del grupo de investigadores de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, se trataría de una ofrenda por el abandono ritual de la ciudad.
Ésta estaría compuesta por seis ídolos pequeños, 24 piezas laminadas en plata que representan a mujeres guerreras, tres piezas antropomorfas completas, 107 piezas que representan partes de cuerpos humanos manufacturados en spondylus, entre otros objetos.
“Este es un hallazgo extraordinario de nuestros investigadores que nos permite conocer mayores aspectos de la cultura Wari y nos revela el alto grado de integración comercial y cultural que había en el antiguo Perú”, manifestó el ministro Valencia.
El siguiente paso -en palabras del titular de Cultura- es trasladar las piezas metálicas halladas al laboratorio especializado en trabajos de metalurgia del Museo Arqueológico Nacional Brüning, en Lambayeque, para posteriormente ser devueltos a Cusco para su exhibición pública.
Los hallazgos en Pikillaqta
El descubrimiento se realizó en una de las 15 unidades de excavación, ubicada en la esquina sureste de la llamada plaza principal de Pikillaqta. En un hoyo de 70 centímetros de diámetro y 2 metros de profundidad, aproximadamente, se descubrió dos osamentas de camélido, asociados a evento de quema, con 8 conchas de spondylus y dos pequeñas láminas de plata elaboradas con la técnica de laminado-repujado.
Asimismo, a una profundidad mayor se halló una ofrenda ceremonial de forma circular, en cuya parte central estaba clavada una barreta. Una lámina metálica de 73 centímetros de longitud y 18 centímetros de altura, dividía la ofrenda.
Alrededor de la barreta se descubrió seis ídolos pequeños, separados en dos grupos, de los cuales dos son personajes zoomorfos, dos guerreros y dos pumas, elaborados en una aleación de cobre plateado mediante la técnica de vaciado. Uno de los guerreros lleva en la mano una cachiporra mientras que el otro tiene una lanza en la mano derecha y un escudo en la mano izquierda.
Al pie de estas figuras, se hallaron 24 piezas laminadas en plata que representan a mujeres guerreras; así como tres piezas antropomorfas completas, atadas de manos y 107 piezas que representan partes de cuerpos humanos, como brazos, piernas, cabezas y dorsos, todos manufacturados en spondylus.
Como ya dijéramos en nuestro anterior post, parece que estos descubrimientos no han hecho más que empezar, y que tendremos un 2019 cargado de sorpresas.
Esteban, Viajes del Perú
Enero del 2019
info@viajesdelperu.com
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